“Siempre me la juego, no lo puedo evitar” es el primer verso de “Angelina”. Bob Dylan compuso esa canción como si se tratara de una secuela espiritual de “Farewell, Angelina”, un tema de quince años atrás.
Y vaya si se la juega. Lo sagrado y lo político; lo melodramático y lo surrealista; la despedida y la idealización. Esos pares conforman la ruleta de temas que explora el autor en ambas canciones.
“Farewell, Angelina” y “Angelina” no funcionan como precuela y secuela solo por la poética de Dylan. El nombre de una mujer y un país complementan esa conexión. El primero es obvio; el segundo es Argentina.
Cualquier fanático de Dylan sabe bien que la cultura argentina no es el tema que más lo interpela. Su obra -esa que lo hizo ganador del Nobel de literatura en 2016- consta de 492 canciones, y en ninguna menciona algo relacionado al país sudamericano. A excepción de “Angelina”.
“¿En quién pensaba Dylan cuando compuso esta nueva canción?”, se preguntan Philippe Margotin y Jean-Michel Guesdon, los autores del libro “Bob Dylan: todas sus canciones. La historia detrás de sus 492 temas” (editado por Blume).
La dupla sugiere que si el “Angelina” de “Farewell, Angelina” está vinculado a Joan Baez -la cantante que le dio voz al tema-, la segunda “Angelina” podría ser otra mujer. O incluso un país: su Estados Unidos. O tal vez un personaje bíblico: “Podríamos entenderla como el cuarto ángel, que anuncia el Apocalipsis tocando su trompeta”.
La suposición de los dylanólogos no es caprichosa. Y acá aparece el primer argentinismo.
En “Farewell, Angelina”, Dylan habla de “Valentino-type tangos” en referencia a Rodolfo Valentino, el latin lover que popularizó en el Hollywood clásico el típico ballet argentino. Casualmente -o no- , lo baila en una película titulada Los 4 jinetes del Apocalipsis.
El segundo está en el único tema en el que Dylan hace mención a Argentina, el ya mencionado “Angelina”.
“Un Mercedes negro rueda por la zona de combate/ Tus criados están medio muertos. Tú te has quedado en los huesos/ Díganme, eminencias, ¿dónde quieren ser derrocados?/ ¿En Jerusalén o tal vez en Argentina?”.
El nombre del país aparece como caído del catre, y da la sensación que por una cuestión meramente poética o como eufonía. Nadie lo sabe. “Los caminos de Dylan son inescrutables”, concluyen los autores del libro, perpetuando el misterio.
“Farewell, Angelina” forma parte del disco homónimo de Joan Baez de 1965 (la versión de Dylan fue publicada como demo en 1991). “Angelina”, en cambio, está en el álbum The Bootleg Serie Vol. 1-3, de Bob Dylan, comercializado en 1981.
Un completo desconocido, la película de 2024 nominada al Oscar sobre una porción específica de la vida de Dylan, ya llegó a plataformas. En este caso, a Disney+.
Recibió 8 nominaciones y no ganó ninguno, pero eso no le quita sus virtudes. Timothée Chalamet fue elogiado por la crítica y el público por su interpretación del músico y Monica Barbaro se destacó en el rol de Joan Baez.
La película de James Mangold está centrada en los amoríos de Dylan con Baez y Sylvie Russo y en cómo el músico revolucionó el folk estadounidense con la incursión de los instrumentos eléctricos.